Polifemo pescando
Atrapadas en su red.
En esta, Polifemo, el célebre cíclope de la Odisea, está pescando mujeres/sirenas desnudas y estas se quedan atrapadas en su red, visiblemente molestas o asustadas.Pietschmann realizó numerosos bocetos para preparar el cuadro, incluidas varias fotografías en las que se muestran a modelos desnudas atadas y suspendidas en el aire, o un busto bastante grande realizado a arcilla que representa a Polifemo con una de sus víctimas en la mano. Estudio fotográfico para el cuadro.El gigantesco cíclope tiene en su mano a una de estas criaturas femeninas. Al fondo, algunas observan la escena sobre unas rocas.
Sísifo
El hombre absurdo.
Por motivos que no vienen al caso, Zeus castigó a Sísifo a empujar una enorme piedra cuesta arriba por una ladera, pero siempre que estaba llegando a la cima, la piedra rodaba inevitablemente hacia abajo, y Sísifo tenía que empezar de nuevo desde el principio, una y otra vez, un día tras otro, año tras año. Durante el resto de su vida.
Esta historia tiene múltiples significados. Sísifo realiza un trabajo absurdo, como el que realiza buena parte de la gente. Quizás podamos tirar por ahí e identificarnos con Sísifo en nuestra oficina de mierda, en la fábrica, repartiendo butano o sirviendo comida a turistas maleducados.
También podemos verla como una excelente metáfora del absurdo de la vida humana, como muy bien dijo Camus. Pero el escritor concluye para consolarnos un poco que «uno debe imaginar a Sísifo feliz».
El mito de Sísifo fue interpretado por muchos artistas a lo largo de la historia. En este caso, el simbolista alemán Franz Stuck opta por no mostrar demasiado el rostro del pobre hombre, quizás para identificarnos más con él, y reduce su paleta a apenas gris y rojo, dándole a la escena un aire empapado en tristeza y también en dolor.
Sísifo, desnudo, se encorva y trata de levantar la piedra por una exageradísima cuesta, sabiendo perfectamente cómo va a acabar la cosa
El valle de los naranjos
La Vall dels Tarongers. Biniaraix (Mallorca)
Mallorca es hoy una isla carcomida por el turismo desmesurado. Los turistas lo joden todo, y ahí me incluyo. Porque ahora los pobres también podemos viajar… antes sólo se lo podían permitir Willie Fogg y alguno más, por lo que evidentemente los nativos podían vivir tranquilamente y todo era más auténtico.
Auténtico como en la época de Rusiñol, que en 1901 se hizo un viajecito a Mallorca, donde pudo comprobar la belleza del paisaje balear y sentir la luz y el colorido del Vall dels Tarongers, el valle de los Naranjos. Parecía un jardín del Edén todavía virgen bañado por el sol mediterráneo que tanto gustaba a estos pintores.
Antes de todo ese turismo masivo, la gente del valle de Sóller vivía del cultivo de la naranja, ya desde tiempos inmemoriales. En el XIX, dejó ese cultivo de ser un mercado local y se exportó el producto a toda Europa. Cuando Rusiñol visitó el lugar, el valle resplandecía con el color vivo de estos cítricos. Normal que quisiera retratarlo.
Rusiñol pinta este enclave de la Sierra de Tramontana empapado en colores cálidos, con el pueblecito de Biniaraix al fondo tostado por el sol, un pueblo que cualquier día es barrido por el turismo y la adquisición de bienes inmuebles a cascoporro por vaya usted a saber quién
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